Democracia Real Ya y el Movimiento 15 de mayo: el carro antes que los bueyes

Democracia Real Ya y el Movimiento 15 de mayo: el carro antes que los bueyes

En mi opinión el movimiento surgido en torno a la convocatoria de protestas del 15 de mayo pasado, conformado a día de hoy principalmente por el colectivo Democracia Real Ya y por las numerosas acampadas presentes en el país, ha incurrido en un error estratégico al dedicarse a elaborar propuestas programáticas y actuaciones de política más o menos concreta.

Desde la posición de D3 veo esa línea de acción como inútil, ya que no abordan el problema principal por el cual no hay democracia: es decir, pese a existir continuamente propuestas justas e interesantes elaboradas por movimientos sociales, académicos y activistas, estas no disponen de una manera de ser aprobadas por el conjunto soberano de los ciudadanos. Llevamos años insistiendo desde D3 (y no somos los únicos) en que el problema es la democracia representativa, que usurpa la soberanía de los ciudadanos y la deja en manos de la partidocracia. Si el movimiento por una Democracia Real Ya no asume que ese el principal y primer problema por resolver, y se pierde en una agotadora re-elaboración de programas políticos, ¿qué aportará para traer esa auténtica Democracia? El problema no es la falta de propuestas, sino las nulas posibilidades para llevarlos acabo. ¿Cuántos activistas han dedicado estos últimos años su tiempo, esfuerzo y dinero a promover Iniciativas Legislativas Populares para nada? ¿Cuántos a hablar con partidos políticos, escuchar promesas vacías o a apostar por partidos que tienen sus posibilidades de gobierno amputadas por una legislación electoral injusta o por unos medios de comunicación monopolizados y que configuran la opinión de la mayoría? En ese sentido sólo encontramos ciertas demandas como una reforma de la legislación electoral, pero sin abordar el problema de la mediocracia, por ejemplo. Demandas que no sabemos quién pretende que asuma y ejecute: ¿los que se benefician precisamente de que las cosas estén como están? Sería de ingenuos pensar que el sistema de partidos se va a cambiar voluntariamente desde dentro, por muchas demandas que elaboremos y muchas acampadas que hagamos. Sin duda la única propuesta que va en el sentido de una verdadera estrategia para lograr una auténtica democracia es el siguiente:

Referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos. Referéndums obligatorios para toda introducción de medidas dictadas desde la Unión Europea.

Eso apuntaría en la dirección de una democracia mixta, participativa + directa (referenda), similar a la Suiza. Sin embargo, al dejar sin precisar cuáles son las cuestiones de gran calado, dejan un margen muy grande para coartar esa democratización. Y sin abordar el control mediático, todos sabemos cómo acabaron referenda recientes como el de la pseudoconstitución europea… Si los partidos son quienes determinan qué se somete a referenda y cómo, no habremos avanzado mucho. La estrategia de D3 en cambio, apuesta por un sistema de referenda permanente y para absolutamente todas las leyes y acciones de gobierno.

Por tanto lo primero debería ser la creación de un canal para que todas las propuestas ciudadanas pudieran materializarse en leyes y acciones de gobierno concretas, buscando la manera de eludir la barrera partidista falsamente representiva. Una vez se encuentre ese sistema (p.ej. el Sistema D3 que propuso D3 en su creación), se podrán concentrar ahí todos los apoyos necesarios para ponerlo en marcha, y en una segunda fase, proceder a dar entrada a las propuestas que mayoritariamente apoye la ciudadanía. Hacerlo al revés, es poner el carro por delante de los bueyes. Un carro cargado de interesantes y valiosas propuestas, pero del que no tira ninguna fuerza efectiva para llevarlo adelante.

Las consecuencias de este error son claras: por un lado, ciertos partidos tradicionales están tratando de subirse al carro, algo aceptado con mayor o menor agrado por las gentes del movimiento (v.g. Cayo Lara e IU), aduciendo que ellos llevan años defendiendo esas mismas propuestas, pese a ser parte del sistema de partidos soporte de esta falsa democracia que padecemos.

Por otro, el riesgo de diluirse en la nada, sembrar valiosas ideas en terreno baldío, al no tener una estrategia nueva para llevar a la práctica dichas propuestas. Es decir, una parte importante de la sociedad española, principalmente jóvenes, ha despertado políticamente. Eso es algo importante y sin duda necesario. Pero simplemente los ha hecho avanzar a donde deberían estar, situándolos en la casilla donde ya estaba otra parte más concienciada y comprometida de la población, luchando sin éxito por las mismas demandas durante décadas. Ahora bien, ¿cómo puede ese avance de buena parte de la sociedad, trasformarse en una auténtica revolución? ¿Qué aporta de nuevo como solución estratégica este colectivo que da voz a la indignación y a un compromiso reactivado de la juventud? De momento, según veo yo, prácticamente nada.

Sin duda es necesario que replanteen su estrategia y esa labor de elaboración programática, cuyo objetivo final no ha sido nunca explicitado. Es decir, se propone pero sin tener ni idea de cómo convertir en realidad esas propuestas. La estrategia troyana propuesta por D3 puede ser un camino, pero quizás haya otros: lo que es necesario es darse cuenta de que sin estrategia para convertir en realidad las demandas del pueblo, no se llegará a nada y quedará todo en un testimonalismo voluntarista que agotará las fuerzas de miles de jóvenes indignados e ilusionados con cambiar las cosas.

[Foto: Flickr]

Sobre el Autor

Digital2 es miembro fundador de D3.