Los ciudadanos de países no muy alejados de nuestras costas han dicho ¡basta! Se han lanzado a las calles y han derramado su sangre exigiendo ¡que se vayan! los tiranos que han manejado durante tanto tiempo sus vidas. Nos pueden parecer alejados, de otra cultura, con otra lengua y sus sufrimientos diferentes. Pero nosotros, como ellos, también sufrimos una dictadura… y ahora mucha gente está comenzando a abrir los ojos y a verla. Como en el cuento clásico, el Rey está desnudo… y la voz se corre imparable por la Red.
La aprobación de la Ley Sinde ha supuesto una gota que ha colmado el vaso de la paciencia de miles de españoles. Los partidos mayoritarios han mostrado una vez más que consideran los votos que reciben cada 4 años un cheque en blanco para decidir lo que les venga en gana, lo que acuerden en cenáculos opacos al escrutinio público, cada vez más claramente en contra del bien público y de la voluntad popular. El sistema de partidos, la democracia representativa, anclada, fosilizada en un sistema propio del siglo XVII, no puede sino denominarse dictadura en esta Era Digital. Es una dictadura más sutil que la de los países árabes que ahora se están levantando ante sus déspotas. Pero no menos dictadura. Los partidos dictan, el pueblo debe obedecer.
Esto no es una Democracia. En las democracias gobierna el pueblo (demos). Los partidos políticos, los denominados representantes (llámense diputados, concejales, junteros…) encontraron su justificación histórica, su razón de ser, en que no se podía reunir a todo el pueblo todo el tiempo para decidirlo todo, como en la Grecia clásica o en otros momentos y lugares de la Historia. Y así tuvieron una disculpa para arrebatarnos la soberanía y comenzaron a decidirlo todo ellos, para ellos y entre ellos, de espaldas a los ciudadanos, cuando no para entregársela a los poderes económicos, como es ahora tan evidente. Mientras las cosas fueron relativamente bien, y no había otro sistema, callamos.
Pero ya no podemos callarnos más. En primer lugar porque las cosas van mal; van muy mal. Y en segundo lugar porque sencillamente ya no tiene justificación que nos sigan representando cuando existe un medio que permite por primera vez en la Historia, que millones de ciudadanos se reúnan permanentemente, de manera asíncrona, debatan, se informen y DECIDAN: ese medio es Internet. Por si fuera poco con las conexiones en hogares, bibliotecas, colegios, universidades y otros centros públicos, disponemos de más de un teléfono móvil por persona y además un DNIe que nos permite identificar con plena validez legal por medio de diversos dispositivos telemáticos. ¿Por qué entonces ni siquiera nos consultan las decisiones que toman, las leyes que aprueban? Todos lo sabemos ya: porque no les conviene. Porque los ciudadanos no habríamos aprobado un rescate bancario que no es más que un regalo para el sistema financiero responsable de la crisis que padecemos. Porque no habríamos aprobado un recorte en las pensiones mientras se consiente la sangría de los fondos públicos y de la riqueza nacional por otro lado. Porque nunca habríamos mandado a nuestros ciudadanos a guerras impuestas por otros. Porque nunca habríamos aprobado una ley como la Ley Sinde. Lo saben, y por eso nos siguen hurtando la Democracia.
Pero el clamor que se siente en otros países contra sus tiranías, ha llegado al nuestro. En cada lugar hay algo diferente que dispara la lucha, que hace saltar la indignación contenida. Pero la lucha es la misma, y el enemigo el mismo: los que usurpan el poder que pertenece por derecho al pueblo. #Nolesvotes es nuestra Plaza Tahrir: en ella los ciudadanos nos estamos reuniendo digitalmente para sumar fuerzas, hacer oír nuestras voces y echar finalmente a nuestros tiranos. Nuestra Revolución ha comenzado y es digital.
Pero para que no quede circunscrita a esa plaza virtual necesitamos okupar las instituciones, necesitamos romper ese muro artificial que el poder ha creado para separar a los gobernados de los gobernantes. Y la propia tecnología nos brinda un medio para irrumpir en los palacios de la democracia y rescatarla, hacerla nuestra de nuevo. Internet nos permitirá decidir en cada momento lo que queremos para nuestro país, para nuestro pueblo, nuestra ciudad o nuestra comunidad. Para eso sólo necesitamos un enorme troyano donde quepamos todos. Ese caballo de Troya deberá ser una organización nueva, sin líderes, sin programa, cuyo único principio orgánico sea: trasmitir en todo la voluntad popular expresada por Internet.
En D3 esbozamos hace algún tiempo cómo podía ser y lo llamamos Sistema D3 (Democracia*Directa*Digital). Incluso nos registramos como un partido legal como soporte para llevarlo a cabo. Pero no somos en realidad un partido político, una organización al uso: somos una idea que pertenece a lo común, somos un meme, un virus copyleft que cada ciudadana/o puede incorporar a su ADN político, modificar, mutar y trasmitir. Nosotros no somos nadie: sólo somos tú.
Por eso exhortamos a los miles de ciudadanos que están ejerciendo su poder político con una fuerza e independencia que apenas se había vuelto a ver en España desde los años 70, organizados de manera fractal y autogestionada en el Movimiento #nolesvotes, para que se organicen como fuerza política para asaltar la Democracia Representativa y convertirla en auténtico gobierno del pueblo, en Democracia Directa, para que nunca más se aprueba una ley que no sea aprobada directamente por el pueblo, para echar a los políticos, relegarlos a donde deben estar: dando ideas como un colectivo más, y no decidiendo por nosotros. No los necesitamos. ¡Somos capaces de decidir lo que queremos y ahora tenemos el medio para hacerlo!
Los ciudadanos podemos hacernos con la dirección del Estado, y vamos a demostralo el 22 de Mayo de 2011 en el ámbito idóneo para la práctica y la experimentación de la democracia directa: los ayuntamientos. Para ello, propongo:
- Que se cree un wiki (o se abra una nueva sección en el de #nolesvotes) donde se vayan registrando personas dispuestas a ser candidatas por la democracia directa en su localidad.
- Que se vote por Internet (usando un sistema por decidir) bajo qué fórmula legal se presentará esta propuesta en cada lugar. Podría ser todas bajo la misma (una ya existente como D3 o el PdI, o una nueva) o una diferente en cada municipio y autonomía.
- Que se diseñe también de manera colaborativa en un wiki el método de funcionamiento que tendrán estas candidaturas una vez elegidas. Podría tomarse como base el Sistema D3.
- Que se comiencen a registrar demandas ciudadanas, clasificadas folkosómicamente por localidad y tema, que serían posteriormente presentadas a votación en los ayuntamientos y autonomías donde saliesen elegidas estas personas. El sistema para recibir demandas permanecería abierto durante toda la legislatura y se definiría un umbral mínimo de apoyos recibidos previamente, para presentarla.
- Que se invite a todas las organizaciones civiles, vecinales, ONG, partidos minoritarios, etc. que crean en la verdadera democracia, a apoyar estas candidaturas ciudadanas directodemócratas.
- Que se haga un llamamiento a los técnicos del movimiento hacktivista para que colaboren en la elaboración/adaptación del software que permita votar cada iniciativa municipal o autonómica por Internet y vía teléfono móvil, respetando el secreto del voto al tiempo que la seguridad del sistema. Se definiría una metodología para complementarlo con métodos de votación offline.
- Que se convoque la formación de comités independientes de verificación de dicho sistema, para ofrecer garantías a los ciudadanos de que dichos cargos electos trasmiten en cada momento lo que se haya decidido telemáticamente. Podrían estar formados por técnicos, juristas y ciudadanos comunes.
Quiero aclarar que esta es una propuesta mía, como un ciudadano más, participante anónimo en este colectivo llamado D3, que les lanzo a mis compañeros, a los miembros del Partido de Internet, del Wikipartido, del Partido Pirata y a todos los demás colectivos afines que defiendo la democracia directa y/o electrónica. Es una evolución del esbozo de acción planteado hace unos días y la lanzo especialmente con ocasión de las reuniones que se están realizando para trabajar por la unión de fuerzas por la Democracia Participativa. Es la hora de unir esfuerzos y de responder al clamor de los ciudadanos, al sonido de nuestra Revolución, ofreciendo nuestra contribución en forma de ideas, de software, de metodologías. Si no lo hacemos ya, probablemente nos acaben arrebatando esta oportunidad histórica que nos ofrece la tecnología.
La Revolución ha comenzado también en el Estado Español, y ha surgido en un espacio aún libre y decidido a resistir: Internet. ¡No dejemos que nos roben el arma que nos devolverá la soberanía al pueblo!
Por fin el pueblo llano hemos despertado y nos haremos oir. Ya basta de oligarquías que ignoran a aquellos que no poseemos grandes bienes materiales y toman decisiones contrarias a los principios democráticos anteponiendo los intereses artifiales y artificiosos de una minoría que posee dinero pero no posee ni escrúpulos ni ética.
Lo positivo de esta crisis, creada artificialmente por los lobbys y las grandes corporaciones para hacer más ricos a los que ya lo son a costa del resto de ciudadanos, es que nos ha hecho abrir los ojos y empezar a exigirles un cambio para que esto no suceda.
Todo lo que está pasando me hace plantearme una serie de preguntas (algunas de ellas retóricas): Si ahora hay el mismo dinero que antes en el mundo ¿donde ha ido a parar el dinero que ya no tienen los estados?
¿Por qué si hay crisis el nº de personas considerados ricos ha aumentado de manera escandalosa?
¿por qué los estados y por extensión los ciudadanos tenemos que depender de una agencia privada para que recalifique la deuda y le presten a mayor interés al más pobre que al rico, cosa totalmente injusta?
¿cómo es posible que las bolsas y los mercados financieros marquen más la política que las necesidades y deseos de los ciudadanos que emiten su voto?
etc, etc, etc
Ánimo y no les votéis yo por mi parte votaré nulo con una papeleta que diga: ¡DEMOCRACIA REAL YA! GOBIERNO PARA EL PUEBLO Y CON EL PUEBLO
un saludo