El ayuntamiento de Ourense se colgaba hace pocos días la medalla de que en los que van a ser sus presupuestos más cuantiosos de su historia, va a reservar una partida para que los ciudadanos decidan en qué se invierte. Sobre 97 millones de euros, los ourensáns decidirán sobre 400 mil: un 0,4% ni más ni menos. Lo que consiguen con este hacer-como-que-somos-democráticos es demostrar a los ciudadanos que pueden dejar las decisiones municipales en sus manos, pero que no quieren. Es decir, que podría haber una democracia real pero prefieren seguir mangoneando la cosa pública.
También ’se crea una partida dentro de los presupuestos denominada Orzamento Participativo, que permitirá la participación ciudadana en la gestión presupuestaria; en concreto, los ciudadanos del Concello decidirán el destino de inversiones por importe de 400.000 euros.
Re: El paripé de los presupuestos semi-participativos
Los habitantes de Ourense podrán elegir en votación el destino del 0.4% del presupuesto municipal. El principio democrático en el que puede sostenerse tal medida la invalida, pues ¿por qué si la ciudadanía tiene legitimidad para decidir el presupuesto, lo tiene sólo para el 0,4% del mismo? Es todo un ejemplo de lo que para los representantes políticos representa la ciudadanía en cuyo nombre designan dineros y leyes: un 0,4%. Lo lógico sería otorgarles un 0,4% del voto en correspondencia. Otra posibilidad es otorgar el voto a quien permita que las decisiones comunes que a todos afectan y con cuyo dinero de todos se financian, sean debatidas o aprobadas previamente por todos. Eso es democracia.