El Estado destinará 271 millones de euros en estas elecciones. Los partidos con representación política recibirán 136 millones para su fnanciación, 4 millones en seguridad, 78 para gastos ordinarios y casi 54 en subvenciones por escaños y votos (1). El gasto logístico asciende a 135 millones de euros.
En tan sólo 14 días, las formaciones con representación se gastarán 40 millones, superando la cifra de las elecciones de 2004 (2), un amor por lo financiero que se treaduce en un «más que ayer, pero menos que mañana». PP y PSOE rondan los 12 millones; IU entre 5 y 6; CIU cerca de 2,7; ERC 1,5 y PNV 950.000 euros. Este gasto es quizá el más significativo porque indica cómo lo que debiera ser un serio y profundo encuentro entre la ciudadanía y los aspritantes a representarla, se convierte en una astronómica y titánica campaña de marketing mediático.
La carrera electoral española que tendrá lugar el 9-M no es la excepción a la regla que rige no ya cualquier votación en la democracia actual sino la democracia misma: la suma de la macro-financiación y una retórica de teleserie. Tomemos por caso las elecciones primarias en EEUU, node los candidatos han batido el record de presupuesto electoral. La dictadura de la vanalidad y la vanalidad de la imagen han apartado cualquier posibilidad de proponer cuestiones importantes. Otra muestra, esta vez de las pasadas eleccviones francesas: Nicolas Sarkozy gastó en su campaña 34.000 euros en maquillaje, mientras que Ségnolène Royal más de 51.000.
Los millones salen de la boca y la manga de los políticos con mucha facilidad. Y no con dificultad también pudieran ahorrarse alguno de los 135 millones que costarán las elecciones propiamante dichas, pues las nueva tecnologías lo permiten. Según como se mire, los 136 millones que costará al Estado, es decir, a todos, el baile electoral de los partidos políticos, puediera ser ahorrado casi íntegramente, a no ser que consideremos que la esencia de nuestra democracia es el reality show de promesas de última hora y rebaja de baratillo improvisado.
(1) Dónde va el dinero de las lecciones. La Clave, 25/01/2008
(2) Idem