Acabamos de presenciar el ridículo ritual de la firma de un nuevo Tratado entre nuestros europeístas mandamases. Según nos trasmiten los medios, entre otras bendiciones maravillosas de este Tratado que nos salva de no sé qué terrible parálisis (¿alguien la ha notado lo más mínimo en su vida diaria?), está la de traernos una Europa más democrática. ¡Como lo oyen! Y por eso se han preocupado de decidirlo todo de espaldas a los parlamentos y de eludir cualquier loca idea de consultar a los ciudadanos mediante referenda. Más democracia, pero sin que el pueblo hable. ¡Qué insultante descaro el de estos demócratas de pacotilla!
¿Más democracia en Europa? Puro cinismo
Publicado en: Política de la UE
Publicado: 14/12/2007
Cada vez menos deciden más
Y no quedó ahí la cosa. El pasado día 14 escuché estupefacto en Radio Galega (imagino que en los mismos términos sería trasmitido por las agencias en otros medios) que «Felipe González presidirá el Comité de Sabios (sic) que decidirá el futuro de la UE».
No estoy seguro de si dijeron decidirá o definirá, pero en cualquier caso no deja de ser muy alarmante que la mayoría de los grandes media se limiten a felicitarse por dicho encargo al ex-presidente español y no sean conscientes de la gravedad de que quienes decidan nuestro futuro sean 4 presuntos sabios, 4 personajes elegidos no se sabe muy bien por quién, en lugar de ser los propios ciudadanos europeos los artífices de nuestro futuro.
Re: Cada vez menos deciden más
Quizá haya que empezar relativizando la mayor, es decir, dudar del carácter de sabios de dichos elegidos. Ya sucedió con el señor Valéry Valéry Giscard d’Estaing que fué sabio en el arte de gobernar un país salpimentando su gobierno con una serie ininterrumpida de escándalos. La segunda parte de la sabiduría giscardestiana viene en su designación para elaborar el tratado tumbado por los ciudadanos franceses, no ajenos probablemente al currículum del diseñador.
Viene ahora el turno para un señor cuya sabiduría europea no sólo ignorábamos el común de mortales sino también hasta en su propio partido, pues es sorprendente si no por qué González no asesora al PSOE en cuestiones europeas. Pensábamos que con sus gloriosas legislaturas, caracterizadas por una trasparencia sin igual y una política consecuente meritoria de por lo menos un premio Nobel, el inmaculado ex presidente caería en el humilde destino de verse obligado a vivir de conferencias. Pues no, aunque también de conferencias viva el hombre.
Quizá González siga los pasos de Giscard d’Estaing. Pues lo que mla comienza, mal acaba. Son muy sabios, pero lo más sabio sería escuchar a la ciudadanía en vez de intentar hacerla pasar por la ojo de una aguja bastante oxidada.