El hastío de la sociedad italiana hacia sus políticos se resume en una palabra: «Vaffanculo». La prensa (1) se hace eco con sorpresa y miedo a la vez, del creciente rechazo ciudadano a los partidos. Beppe Grillo, un humorista genovés de 59 años, organizó el día 8 el «Vaffanculo Day», una jornada de protesta contra los políticos, en la que congregó a unas 50.000 personas en Bolonia, y más de 300.000 firmas de apoyo.
El blog de Beppe Grillo tiene más de 100.000 visitas diarias, y se ha convertido en el blog italiano más visitado. Bajo el logo de «vaffanculo» y el lema «Los ciudadanos tienen la palabra» ha lanzado candidaturas cívicas para las elecciones municipales.
Los partidos políticos recogen con preocupación el esfervescente auge del movimiento anti partidos que tiene acogida precisamente en su electorado, y tratan de integrar a Grillo y sus protestas. Eso explica que fuera invitado a la fiesta de L’Unità, tradicional quermés del antiguo PCI. Si los anfitriones esperaban palabras conciliadoras, se equivocaban. Grillo criticó duramente al ministro de Asuntos Exteriores, Massimo d’Alema, que había calificado de «fascismo latente» el «fenómeno vaffanculo», además de no dejó títere con cabeza. El público, más de 9.000 personas, aplaudió «hasta el delirio».
Grillo propone medidas inmediatas que la ciudadanía reclama hace mucho tiempo:»limitar el mandato a dos legislaturas, permitir la elección directa con listas abiertas, y prohibir el escaño a quien haya sufrido una condena penal en firme».
El mitin de Bolonia concluyó con un «vaffanculo» gritado por miles de gargantas.
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(1) El blog que mueve masas, El País, 17-sep-2007
Re: Italia contra sus políticos
Crece, si cabe, el descontento en Italia, pero cómo no iba a ser así en un país cuyo gobierno sólo ha propuesto en un año una ley, la reforma del sector del taxi, que, según leemos en la prensa (1), «a día de hoy, sigue encallada». El presidente, Romano Prodi, en una postura adacadabrante, asegura: «No creo que la sociedad italiana sea mejor que su clase política: pienso en los recomendados, en las defensas corporativas, en la corrupción». ¿Qué fue antes, la gallina corrupta o el huevo corrupto?
A pesar de que Prodi lance la pelota al tejado de la ciudadanía – y con ello permita vislumbrar la catadura de la clase política italiana – el desencanto social aumenta, como no puede ser de otro modo con ni una sola ley aprobada en un año. «La Cámara de diputados costará este año 1.011 millones de euros, y un diputado corriente viene a ganar, sumando todos los ingresos, unos 25.000 euros al mes. Otra cifra: el Gobierno de Prodi cuenta, entre ministros, secretarios de Estado y subsucretarios, con 104 miembros». Cara miseria.
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(1) El Gobierno de Prodi, ni vivo ni muerto. El País, 27-09-2007
Italia contra sus políticos
Hola; me presento: Kandpalleiro de Ponferrada. Participo en Otra Democracia Es Posible y estoy interesado en vuestra iniciativa política de construcción de una DEMOCRACIA verdadera.
Efectivamente si hay un sitio donde el movimiento «de abajo arriba» tiene asustados a las elites de los partidos es Italia. Desgraciadamente, tambien es en Italia donde ya se han realizado reformas «gatopardescas» para que todo cambie y todo siga igual…
Reformar un sistema politico-electoral como el actual va a ser muy dificil pues cualquier oposición reformadora es situada enseguida al borde de la legalidad y la maquinaria administrativa se emplea a fondo para impedir cualquier difusión de ideas que puedan ofrecer una alternativa esperanzadora a una mayoría de ciudadan@s desesperanzados con los actuales títeres del poder.
Re: Italia contra sus políticos
Mientras la sociedad se elja cada vez más de los partidos, éstos siguen la regla económica que tiende al monopolio partidista con el que parece encallar la democracia en la modernidad: el bipartidismo. Los militantes del recién creado Partido Demócrata que aglutina a los Demócratas de Izquierda (DS) y a la La Margarita eligieron ayer a su nuevo líder. Con ello, Italia entra en el bipartidismo, es decir, una lucha entre el naciente Partido Demócrata y la alianza Casa de las Libertades, de la que algunos medios afirman que hay un proyecto para unificarla en un sólo partido.
El proceso bipartidista en Italia viene a mostrar la necesidad de los partidos de adaptarse a las dos principales crisis que les acechan: una crisis de valores y otra de legitimidad. Las estrategias de mercadotecnia no ofrecen nada nuevo bajo el sol italiano. Mientras, la ciudadanía va por otro camino.