Un movimiento ciudadano parece haber despertado en Europa y en el mundo. Estas iniciativas se manifiestan a menudo fuera de los partidos y sindicatos (…). Tal desfase entre la sociedad y la representación política era evidente en Francia con respecto al Tratado constitucional europeo, aprobado por un 90% de los cargos electos y rechazado por un 55% de los electores. Crisis similares aparecen a otra parte, que traducen el mal humor de los ciudadanos: en Italia y Alemania, las elecciones legislativas no dieron honestas mayorías. Artículo extraído del mensual francés Manière de voir de Abril-Mayo 2007.
Del movimiento contra el contrato primera contrata (CPE) en Francia a los Foros altermondialistas, un movimiento social parece haberse despertado y buscarse en Europa y en el mundo. En todos los países, las asociaciones se movilizan sobre distintas cuestiones cada vez más, como el alojamiento o los derechos de los extranjeros, destacando las faltas de los poderes políticos.
Estas iniciativas se manifiestan a menudo fuera de los partidos y sindicatos (…). Tal desfase entre la sociedad y la representación política era evidente en Francia con respecto al Tratado constitucional europeo, aprobado por un 90% de los cargos electos y rechazado por un 55% de los electores. Crisis similares aparecen a otra parte, que traducen el mal humor de los ciudadanos: en Italia y Alemania, las elecciones legislativas no dieron honestas mayorías. El desfase entre el pueblo y los dirigentes parece profundizarse, cuyos sondeos, tal como se conciben, no pueden dar cuenta.
¿Qué consecuencias que tal zanja entre los ciudadanos y sus representantes pueden tener sobre la democracia? (…) la demanda social parece desviar a las clases dirigentes occidentales, que temen las derivas «populistas». ¿No obstante populismo y demagogia son realmente sinónimos?
Por otra parte, formas de conflicto espontáneas surgen, desde la siega de plantas genéticamente modificadas al cyber-résist, pasando por el activismo de las organizaciones no gubernamentales. ¿Se traduce, con algunos éxitos in situ, como un renacimiento de las prácticas militantes? ¿Cómo insertarlos en la reconquista global de la democracia?