En mi búsqueda por conocer propuestas similares a la nuestra en otros países, me centré en Venezuela por su marco social-económico actual tan diferente al nuestro. Durante mi investigación se cruzó en mi camino un artículo muy interesante sobre la Democracia Directa que defienden determinados sectores obreros venezolanos. Debido a mi interés contacté con el autor, Ricardo Chirinos, para informarle de nuestra idea y para que nos dibujara la situación de su país, del cual recibimos casi a diario noticias interesadas por los mass medias y que nos impiden conocer de la situación real de Chávez y Venezuela. Aquí la respuesta del Profesor Universitario, Ricardo Chirinos:
En realidad desconozco si acá en Venezuela existe algún colectivo con las características, principios y objetivos que posee tu movimiento. Acá, en nuestro país, si bien es cierto, se intenta construir un nuevo modelo de democracia, que en el marco de nuestra Constitución, se le da el nombre de «Democracia Participativa y Protagónica», las élites que durante más de dos siglos han servido de representantes a los intereses de la oligarquía venezolana, se niegan a ceder los onerosos privilegios que obtuvieron gracias a la usurpación del poder que le han arrebatado al pueblo.
Ciertamente, acá, en Venezuela, el tema de la democracia se ha convertido en una de las banderas ideológicas del capitalismo que «se niega a morir», así como, una demanda permanente del socialismo que «intenta nacer». El debate actual sobre el problema de la democracia en nuestro país, ha estado orientado, si se quiere, en tratar de encontrar respuestas a las siguientes interrogantes:
¿En qué consiste la diferencia entre el modelo de democracia alentado por el sistema capitalista y el modelo de democracia «participativa y protagónica» que promueve el llamado «socialismo del siglo XXI»?
¿Cuál es la relación entre democracia y revolución?
¿Qué puede ofrecernos el llamado «socialismo del siglo XXI», para la superación de la «democracia representativa neoliberal-burguesa» que se propone como modelo a seguir en la actualidad?
El debate ha sido arduo, dado las diversas posiciones de bando y bando. Por un lado están los defensores de la democracia, desde el capitalismo, que de una forma deliberadamente ideológica y genérica promueven la tesis de la necesaria interrelación entre economía de mercado y democracia (liberal-burguesa, se entiende). Es decir, los defensores del tradicional modelo de democracia de élites que como forma de legitimación y dominio, promueve la idea de «renunciar al gobierno por el pueblo y sustituirlo por el gobierno con la aprobación del pueblo» (Joseph Schumpeter). Por otro lado, están los que desde dentro del llamado «Proceso», abogan por una posición reformista y defienden la trasnochada idea de «conciliar, mediante el diálogo, la necesaria reducción del peso del dinero en la sociedad, la oposición sistemática al egoísmo y el rechazo a la búsqueda compulsiva de ganancias individuales; con la acumulación del capital, la alienación del trabajo y la apropiación de plusvalía» (caso patético de los partidos Podemos y Patria Para Todos).
Existen también aquellos, que en su nostalgia por lo «viejos tiempos», intentan revivir el modelo leninista que convierte a la democracia directa en un simple apéndice del centralismo del Estado. Y, están, por último, los que defienden la idea de que la verdadera democracia, la verdadera alternativa a los modelos antes planteados, es la que puede gestarse en la democracia de los Consejos de trabajadores (nuestro caso).
Este es más o menos, el panorama que se vive acá en Venezuela en relación al tan manoseado y mal utilizado término de la «democracia». Término que, como bien sabes, ha sido utilizado tanto para justificar las irracionales invasiones imperialistas a Irak y Afganistán, como para «legitimar» los proyectos del mal llamado «socialismo real». Y, que acá en Venezuela, suele ser manipulado por los sectores de oposición (partidos políticos, medios de comunicación, iglesia, etc.) para crear la falsa imagen de nuestro país como un régimen en la que se violan permanentemente los derechos de los ciudadanos.
Por otro lado, revisando tu espacio en internet, quería comentarte que encuentro un déficit de análisis, desde el punto de vista crítico, en el modo como se aborda el problema de la democracia directa dentro de la sociedad capitalista. Si bien es cierto, que se hace una crítica al «principio de la representatividad», como forma indirecta de democracia, no se pone esa crítica en relación con las condiciones generadas por la sociedad liberal-burguesa y la forma como ésta impide cualquier forma de democracia directa. Como bien, afirmaba Marx: «Todas las luchas que se libran dentro del Estado, la lucha entre democracia, la aristocracia y la monarquía, la lucha por el derecho al sufragio, etc., no son sino las formas ilusorias bajo las que se ventilan las luchas reales entre las diversas clases» (La ideología alemana; p.34.). Es decir, hay una ausencia de crítica a la democracia indirecta (representativa) en las condiciones de la sociedad burguesa, reivindicándose, de esta manera, una forma de democracia directa, donde no se plantea una transformación revolucionaria de las estructuras del capitalismo. En otras palabras, no se aborda el problema de la «lucha de clases» como medio para tal emancipación.
Emancipación, que entendemos aquí, como la superación de la escisión entre Estado y sociedad civil, es decir, un régimen en el que la esfera pública se hace verdadera y efectivamente pública (comunitaria), pertenece a todos, y está efectivamente abierta a la participación de todos. Entendemos, por tanto, que el problema de la democracia como integración del Estado en la sociedad civil, implica la desaparición del Estado político, lo que requiere a su vez, la desaparición del fundamento de su escisión con respecto de la sociedad civil: la propiedad privada de los medios de producción (no confundirla con la propiedad privada personal). Lo cual implica también, la desaparición de ese cuerpo de funcionarios especializados cuya existencia tiene por base esta escisión: la burocracia. Por lo tanto, defendemos la idea de que el problema de la democracia no puede separarse del problema del medio (lucha de clases) para alcanzar tal emancipación, así como, del problema del sujeto o agente histórico (proletariado) que la instaura como democracia para todos.”
Ricardo nos da varias claves para entender la actualidad venezolana. Las diferentes ideologías que convergen en su país, concediéndonos un riguroso análisis sobre cada una de ellas, y la postura que el autor defiende -la más parecida a la nuestra- ya que cree en la democracia del pueblo sin trabas. Otro de las importantes cuestiones que podemos extraer del texto, es que nos plantea una reflexión entorno a D3, que se puede resumir en:
- ¿Debemos exponer claramente nuestra postura política y económica para lograr una democracia real?
- ¿Podemos cambiar el sistema político dentro del marco capitalista?
- ¿Estamos limitados a una futura revolución social?
Yo comparto en buena medida en análisis del profesor Chirinos. Y de hecho estos temas los comentamos en su momento en el trascurso de los debates del III Congreso online del observatorio para la Cibersociedad. Los vuelvo a enlazar aquí, a su fuente original, para que sirvan para ponernos en contexto e ilustrar mi posición al respecto:
Extraigo alguna de mis intervenciones al respecto:
En mi opinión debemos intentar cambiar el marco económico porque o si no la perfecta democracia directa sería imposible. Pero creo que no debemos limitarnos a esto y deberíamos intentar hacer determinados cambios en el sistema político en el marco actual. El objetivo fundamental es concienciar a la sociedad, que las masas despierten y la D3 pueda ser una herramienta para movilizar a las personas.
«Pero creo que no debemos limitarnos a esto y deberíamos intentar hacer determinados cambios en el sistema político en el marco actual.»
¿Quieres decir que D3 debería tener un programa electoral con propuestas concretas más allá de la simple apuesta por el ‘sistema D3’ que le llamáis?
«¿Quieres decir que D3 debería tener un programa electoral con propuestas concretas más allá de la simple apuesta por el ’sistema D3? que le llamáis?»
Eso es lo que nos plantea este artículo, la necesidad o no, de hacer propuestas más allá del sistema D3. Pero, a lo que me referia es que D3 (por ahora) debería continuar con su lucha por concienciar a la sociedad, transformar el sistema democrático y que los cambios económico-político-social surgieran a posteriori.
Creo que D3 no necesita exponer postura alguna. Seremos capitalistas, comunistas, una mezcla de ambas o nos inventaremos cualquier otra palabra que termine en «istas». Seremos lo que elijamos ser. La libertad de elección debe ser la única postura de D3.
Miedo me da eso de mezcla de «capitalistas y comunistas» 😀 Suena a la China actual, con lo peor de cada sistema.
Yo creo que D3 no debería intentar cambiar ni el sistema económico ni el marco político. Nuestra función debería ser únicamente -y sería toda una revolución!- devolver la capacidad al pueblo de decidir sobre TODOS los asuntos que le afecten. Luego el pueblo será quien decida su sistema económico y cada acción de gobierno o legislativa. Y no ZP, ni Raxoi, ni Botín, ni el FMI ni ninguna otra persoa u organización, ni siquiera D3.
Estoy completamente de acuerdo.
La solución que presentamos los que propugnamos la Democracia Directa Digital es que nuestros representantes sean “hombres de paja” sin Programa, el cual surgirá, después de las elecciones, por medio de una gran encuesta preparada por nuestros representantes, con debates previos, y donde cada ciudadano podrá votar x Prioridades (se incluirán en la lista, también, las Prioridades de los Partidos que hayan obtenido representación). Y después se continuará con debates para que de cada prioridad más votada salga una lista de diferentes Soluciones que serán votadas (un voto por persona y con la posibilidad de poder votar “para mí no es un tema prioritario”).
Como se deduce de este sistema político, basado en el voto por Internet con el DNI electrónico, el pueblo es quien lo decide todo y lo puede rectificar todo. El pueblo vuelve a interesarse por la política porque la política es útil y efectiva y nuestros representantes no pueden venderse porque nada tienen por ofrecer.
De verdad crees que en Venezuela el pueblo es el que está gobernando?
El poder se lo están quedando las nuevas clases altas: Chavez y los chavistas. El día que se descubra la fortuna personal de Chavez veréis que el comunismo o el socialismo son siempre ideologías más interesadas que el capitalismo.
El capitalismo es más igualitario que el comunismo, te guste o no.
Fer, eso díselo a los Rockefeller, Gates…etc etc. A mi ni me gusta ni me disgusta, ya que Chávez no es estrictamente socialista, toma ciertas medidas socialistas pero en un ámbito capitalista. POr lo tanto, tu argumento es falso.
Yo no sé si en Venezuela existe más o menos democracia que aquí, por eso me intento informar. Un saludo Fer